Arte y monumentos
Conjunto histórico artístico
El casco antiguo de Peñaranda fue declarado, en 1973, Conjunto Histórico Artístico, en torno a sus tres plazas sucesivas: la de Martínez Soler, la de la Constitución y la de España (antiguamente, de la Corralada), separadas estas dos últimas por el llamado Palacio de los Condes. Presentan una estructura rectangular muy alargada, flanqueada en sus lados sur y norte por la iglesia y el Centro de Desarrollo Sociocultural Germán Sánchez Ruipérez; los lados este y oeste están porticados y con varias calles abiertas en sus laterales.
La Plaza de España, presenta edificios porticados al poniente, uno con cinco columnas de fustes lisos y capiteles platerescos vinculados a la escuela salmantina de Juan de Álava y Juan Negrete; procedentes del claustro de San Leonardo, de Alba de Tormes.
Se puede decir que en el lienzo del Este no hay una división clara entre ambas plazas, y se continua, tras un quiebro en ángulo recto, con el lienzo porticado de la plaza de Agustín Martínez Soler, donde el carácter rural es más acentuado.
Plaza de España
Antiguamente llamada Plaza de la Corralada, presenta forma rectangular y está rodeada de edificios porticados. En el centro se encuentra el Templete. En esta plaza, justo al lado de la Oficina de Turismo, podemos encontrar cinco columnas con fustes lisos y capiteles platerescos, que se atribuyen a la escuela salmantina de Juan de Alaba y Juan Negrete y proceden del claustro del convento de San Leonardo, de Alba de Tormes. Del siglo XVIII son el resto de columnas que nos encontramos si avanzamos hacia el Centro de Desarrollo Sociocultural Germán Sánchez Ruipérez. Se cree que los pilares y columnas han sido rescatados de antiguos edificios desaparecidos en la actualidad. El edificio de la antigua cárcel, también utilizada como Ayuntamiento y Juzgado se construyó entre 1673 y 1675. A día de hoy es la sede del Centro de Desarrollo Sociocultural Germán Sánchez Ruipérez, inaugurado en 1989. Se conserva la portada de dos pisos del s. XVII, construida en sillería de granito; se abre a la plaza con un pórtico de tres arcos de medio punto rematado en un frontón triangular. En el lado este de la plaza los edificios son de ladrillo visto, con dibujos geométricos situados en las fachadas y en los aleros. A finales del s. XIX se pone de moda entre la burguesía cubrir con pinturas los techos de edificios de cierta relevancia. Como curiosidad en el lado opuesta, el oeste de la plaza, si nos situamos bajo los soportales y miramos hacia arriba podemos observar óculos o mirillas.
Plaza de la Constitución
Antiguamente llamada Plaza del Ganado o de arriba, surge en el s. XVI dado el interés de los señores de la villa por ampliar el mercado concedido en 1375 a la ciudad por los reyes de Castilla. Las Plazas de la Corralada (Plaza de España en la actualidad) y Plaza del Mercado (hoy de la Constitución) nacen tras la remodelación que hicieron en la primera mitad del s. XVI don Juan y su hijo Alonso de Bracamonte (IV y V señores de la villa respectivamente) tras derribar unas casas colindantes a la casa señorial, ya que estaban ampliados en ampliar el mercado. Algunas de estas casas conservan excelentes ejemplos de miradores modernistas de forja, propios de viviendas burguesas del s. XIX. Los soportales que rodean la plaza protegen a los transeúntes de las inclemencias del tiempo y de los vehículos durante la celebración del mercado semanal. En su lado meridional estuvo situado el Palacio Condal. Fue construido en el s. XV por Álvaro de Ávila, I señor de Peñaranda, posiblemente sobre una torre existente con anterioridad. Se trataba de una construcción de dos plantas, cuya puerta principal daba a la Plaza del Ganado. Tenía además dos patios interiores y una puerta trasera que daba a la Plaza de la Corralada. Fue reparado en el s. XVII y posteriormente destruido por los vecinos en 1812 debido al presunto afrancesamiento de su Señor, Don Diego Fernández de Velasco. Por otra parte el edificio del Ayuntamiento fue construido en 1647. Realizado en ladrillo, a excepción del pórtico de cuatro arcos carpaneles, sobre sencillos pilares en granito. La última remodelación integral finalizó en el año 2010.
Plaza Agustín Martínez Soler
La más antigua de las tres que componen el Conjunto Histórico y, por tanto, la que presenta un aspecto más rural, a pesar de la remodelación que sufrió en 1973, fecha en la que se instalan sus jardines. Se dota a la plaza de soportales para acoger el mercado semanal concedido en 1375 y que se convirtió en seña de identidad de la villa gracias a sus ventajas en los impuestos que implicaba esa concesión. A finales del siglo XIX, se procede a la demolición de una manzana de cuatro casas ubicadas en el centro dando lugar al actual aspecto cuadrado. El edificio más destacado es la Iglesia de San Miguel. Su exterior tiene cierto interés por ser lo único que quedó tras el devastador incendio que sufrió el edificio en 1971. El templo está realizado en piedra granítica de sillería, a excepción de la torre de ladrillo visto. La catástrofe destruyó el soberbio retablo mayor del presbiterio, realizado por Esteban de Rueda y Sebastián Ducete y calificado como obra magistral de la escultura del siglo XVII. Entre las casas destacada una fechada en 1718. Curiosamente es la única que no está porticada y sólo presenta un voladizo en el que se dejan ver las vigas de madera que lo sustentan. De 1654 es la fuente de los Cuatro Caños, situada en el centro de la plaza, tiene forma ochavada y está realizada en piedra de Cardeñosa. Siempre fue un punto de reunión, ya que era uno de los pocos lugares donde los peñarandinos acudían a buscar agua. Tan importante fue este enclave que en el siglo XVIII esta fuente, llamada en aquel entonces la fuente mayor, se estropeó y para su arreglo el Ayuntamiento se endeudó hasta bien entrado el siglo XIX.
Iglesia de San Miguel
La Iglesia Parroquial se levanta en la plaza de Agustín Martínez Soler. Su exterior tiene cierto interés por ser lo único original que del templo ha quedado después del devastador incendio que sufrió la iglesia en 1971. Está realizada en sillería granítica, a excepción de la torre, que se alza a espaldas de la cabecera, que es de ladrillo visto. De las portadas que tiene la iglesia, la meridional es la más interesante, obra manierista de la segunda mitad del XVI, porta los escudos de sus fundadores y la imagen de San Miguel.
La portada de poniente responde a planteamientos clasicistas derivados de Herrera y toda la escuela de Valladolid. La hornacina cobija una imagen de la Virgen con Niño, obra de finales del siglo XVI. La torre campanario de la iglesia, construida en ladrillo, es probablemente el vestigio más antiguo de un pequeño templo románico, sobre cuyos restos se asentó posteriormente la nueva iglesia. Se ha visto afectada por varias catástrofes desastrosas: el terremoto de Lisboa de 1753 y el terremoto de 1761, un incendio el 16 de agosto de 1893, la explosión del polvorín el 9 de julio de 1939, y el ya referido incendio del año 1971; éste último destruyó el retablo mayor del presbiterio, calificado de obra magistral de la escultura del siglo XVII, realizado por Esteban de Rueda y Sebastián de Ucete.
Convento Carmelita
Convento de las Madres Carmelitas: fundado por don Gaspar de Bracamonte y Guzmán, III Conde de Bracamonte. Las obras terminaron a finales de 1669 y las trazas del edificio fueron obra de Fray Juan de San José y para su ubicación se escogió un terreno a las afueras de la villa. El atrio fue la última parte de la construcción, cuyas trazas son de Fray Pedro de la Visitación, al igual que la cúpula de la capilla de San José que está decorada con yeserías con motivos geométricos. Se trata de un edificio de estilo barroco-carmelitano. El edificio en sí tiene planta de cruz latina, con el crucero marcado con la cúpula en el centro. La nave consta de tres tramos divididos por fajones que se sostienen en pilastras de estilo toscano. Fue declarado Monumento y Bien de Interés Cultural en 1996. Alberga una magnífica colección de pinturas y tallas barrocas italianas además de tallas de escuela castellana de Gregorio Fernández entre otras.
Casa del Arte
En la Calle del Carmen junto al Parque de la Huerta se encuentra situada la casa del arte. Museo que se inaugura el 19 de agosto de 2017 con motivo de la donación de pinturas que María Carrera hace al Ayuntamiento de nuestra localidad.
En su interior encontramos la exposición permanente de pinturas de María Carrera, así como exposiciones temporales de otros artistas peñarandinos. En la actualidad se pueden visitar las exposiciones temporales de Alejandro Mesonero, cuyas pinturas pertenecen al conjunto pictórico que se está realizando para colocarse definitivamente en la parroquia de la ciudad y las maquetas de Germán Alfayate, estas maquetas recorren Peñaranda por nuestros lugares más emblemáticos conjugando historia y actualidad ya que el autor nos retrotrae a tiempos pasados para enseñarnos cómo era nuestra Peñaranda en la última mitad del siglo XX, la Peñaranda en la que él mismo creció pero también incluye elementos actuales.
Teatro Calderón
En el número 17 de la calle Cerrajeros se encuentra el Teatro Calderón, que fue inaugurado en 15 de agosto de 1881. Un grupo de peñarandinos y mediante acciones, emprenden la idea de construir el Teatro y adicionado a éste un local espacioso, elegante y bien decorado, el Casino de Peñaranda, con 782 metros cuadrados y un coste de 107.437,50 pesetas. Se suscribieron acciones con capital ordinario de 125 pesetas y capital preferente de 51,94 pesetas.
Su arquitecto fue José Secall, la decoración fue llevada a cabo por los Montesinos. Es un edifcio de dos plantas; en la primera se encuentra el teatro, con planta de herradura y en la segunda el casino. En el techo aparecen representados al óleo los temas de la fortuna, las flores y el amor. El exterior, adornado con medallones como recuerdo a los cuatro dramaturgos españoles: Tirso de Molina, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Pedro de Alarcón y Moreto
Cerrado después de la guerra civil, fue restaurado en 1991, inaugurado con la obra ‘El gran teatro del mundo’ de la compañía Corsario. Actualmente se utiliza como teatro, cine y centro recreativo de la Tercera Edad.
Ermita de San Luis
A las afueras del pueblo, hoy ya dentro del casco urbano, se alza la Ermita de S. Luis, obra de estilo barroco. Obra del siglo XVII, con posteriores restauraciones, de especial importancia para la historia de Peñaranda por ser el lugar desde donde partió, el 20 de octubre de 1669, la comitiva que consagró la iglesia de las MM. Carmelitas.
San Luis no es solamente su Iglesia, sino su Cristo, Santo Cristo de la agonía, y hablar de San Luis y de su Cristo va íntimamente ligado a un barrio y sus gentes, el barrio de San Luis. Ha sido, es y a buen seguro, seguirá siendo, un lugar protagonista en la vida de los peñarandinos y peñarandinas.
Ermita del Humilladero
Esta ermita, del siglo XVI, se sitúa en la actual calle de Nuestra Señora, muy próxima al convento de las Madres Carmelitas. La explosión del polvorín, en el año 1939, la dejó tan dañada que lo que podemos ver hoy es una reconstrucción moderna realizada sobre las antiguas ruinas.
El exterior es de principios del siglo XX y está realizado en ladrillo y pintado. En la parte delantera hay una pequeña espadaña. Consta de un atrio de entrada, donde se exhibe un calvario que perteneció al convento de San Francisco.
El interior lo conforma sólo una nave de reducido tamaño, iluminada con una pequeña ventana en el lado de la epístola. Está decorada por distintas obras pictóricas y algunas tallas. De las obras pictóricas destaca un cuadro situado en la parte superior de la pared izquierda del altar, se trata de La Santísima Trinidad representada con un trifronte, única representación de este tipo que existe en España.
El acceso al altar se haya dividido por un arco de medio punto. En el centro se sitúa, en el interior de un arco, el Cristo del Humilladero; a los lados, en arcos más pequeños, se puede admirar la talla de una Dolorosa y, en el lado de la epístola, un santo.
La importancia de esta ermita radica más en la devoción del pueblo al Cristo del Humilladero y a las dolorosas que salen en procesión durante la Semana Santa, que a su valor arquitectónico.
Plaza Nueva
Fue construida en 1942 sobre la antigua charca de La Poza, anegada por los escombros del polvorín, con el esfuerzo de un grupo de presos republicanos, desplazados a Peñaranda para su construcción después del estallido del polvorín.
Es de figura cuadrangular y trazado clásico, toda ella porticada, presenta cierto carácter solemne que la asemeja a las grandes plazas españolas. El centro ha experimentado numerosos cambios a lo largo de su historia; actualmente lo ocupa un monumento al agua, obra de Félix Orgaz Botejara.
Plaza de toros La Florida
La plaza de toros de Peñaranda fue inaugurada el 4 de septiembre de 1907. Hicieron el despeje de la Plaza a caballo, Silva y Ceballos. Actuaron los diestros Fermín Muñoz ‘Corchaíto’ y José Carmona ‘Gordito’. Los toros eran de la ganadería del Valle.
Este singular edificio ubicado en el km. 2 de la Ctra. Madrid, está dotado de una serie de elementos y servicios que permiten no sólo llevar a cabo corridas de toros sino también organizar varios tipos de espectáculos y actuaciones al aire libre. También puede presumir de ser una de las pocas plazas en nuestro país en la que a los tendidos se baja y no se sube por estar el albero por debajo del nivel de los accesos a la plaza.
Cuando se construyó el aforo era de 6100 personas, actualmente, después de las correspondientes adaptaciones y reformas el aforo es de 5000 plazas. Con palcos, tendido alto, tendido bajo, contrabarrera, barrera, callejón, burladero, presidencia, puerta de cuadrillas, toriles, arrastre de toros, patio de caballos y corrales.